MARÍA DE LOURDES ALMEDIA RODRÍGUEZ

(BRASIL)

Soy brasileña, de ascendencia Española que lo llevo con gran orgullo.

Tengo mucho amor a mi Patria Brasil, pero siento mi corazón dividido entre Brasil y España.

La narración de estos hechos los hago como homenaje a mis abuelos y para los miembros de la familia.

En 2003, a través de Internet, contacté con el sitio Facinas y con la página de Cristóbal Cózar Estévez.

Era como si una luz me guiase prácticamente los mismos caminos que quería ir muy lejos, tan lejos como la tierra que vio nacer a mis antepasados.

A través de Internet Cristóbal y yo nos hicimos grandes amigos.

Cristóbal con la solidaridad, atención, gentileza que le son peculiares, me ayudó mucho a conocer España a través de fotos, videos, hermosa música, las costumbres de sus padres, con sus fiestas religiosas como San Isidro, La Divina Pastora, etc.

Todo tan hermoso y tantas cosas que sería imposible narrarlas.

Con estos nuevos conocimientos se fueron clareando en mi mente muchos, muchos recuerdos...

Cuando joven, muy curiosa, quería escuchar las historias y los hechos acontecidos en España contados por ellas.

Recuerdos almacenados cuando yo era muy joven y me contaban mi abuela y mi madre.

En aras de una vida feliz, todo lo que me contaron fue grabado en mi memoria como un tesoro.

Ellos eran simples historias de la vida de una familia pobre llena de luchas, trabajo y sacrificios. Fue la propia vida de ellos...

Pero, a pesar de tantas dificultades y decepciones, a toda la familia nos dejó un gran legado:

HONESTIDAD, CORAJE, MUCHA, FE Y GRAN CREENCIA EN DIOS.

Esta es la historia que me contaron:

País España.

En el año 1870 nació mi abuelo Andrés Noria Fernández, hijo de Francisco Noria Verdejo e Inés Fernández Quintana.

En la provincia de Cádiz

En el año 1880, nació mi abuela, Josefa Serrano Trujillo, hija de José Serrano Casas y Juana Silva Trujillo.

 

Paso el tiempo y Juana cayó enferma y murió, dejando a su hija Josefa con muy poca edad.

José Serrano Casas decidió mudarse a Facinas, donde tenían parientes que podrían ayudarle a cuidar de su hija.

En Facinas

Cuando José llegó a Facinas consiguió establecerse, según me contaba mi abuela Josefa, en un lugar que estaba cerca de una montaña donde había una fuente de aguas cristalinas, cuya agua, me decían, era medicamentosa y curativa para la piel (Los Baños de Saladaviciosa).

Las gentes se bañaban en éstas para curar las enfermedades. Pero también utilizaban el agua para todos los efectos.

José pronto comenzó a trabajar la tierra plantando hortalizas y frutas, criando cerdos y gallinas, con mucho trabajo y con una hija pequeña.

Pasó el tiempo y José conoció a una muchacha de nombre de María y de este nuevo matrimonio nacieron dos hijas:

María y Josefa.

José trabajaba cada vez más para sustentar a todos. Al final cayó enfermo y murió.

María tuvo que tomar la responsabilidad de cuidar de sí misma y de sus hijas. Tenía que hacer todo el trabajo que hacía José.

Era una tarea muy pesada. En días alternos tenía que tomar el carro, tirado por burro, para vender en la ciudad lo que producía. Vendiéndolo todo el dinero era escaso para todos. La mayoría de las veces trocaba alimentos que había en casa. Maria aunque con mucha dificultad, decidió buscar un empleado para el trabajo más engorroso.

El muchacho que estaba siendo empleado por María fue

Andrés Noria Fernández

Andrés Noria Fernández, que salió con su familia de Tarifa y vivía en Facinas. Andrés era muy trabajador y estaba acostumbrado atodas las tareas de la vida cotidiana.
Las hijas de María eran jóvenes y bellas. Andrés se enamoró de Josefa. Era bonita, de cabello claro y ojos de color azul cielo de la unión de este matrimonio nacieron cinco hijos: José, María de los Dolores, Juana, Maria de la Luz y Francisco.

1909 - 1910 fueron años muy duros para todos. Andrés trabajaba para mantener la ya gran familia.

La cria de cerdos, gallinas y la huerta no daban dinero para el sotenimiento de la familia.

Era cada día más difícil.

Iniciado con esperanza el año 1911

Andrés fue informado por amigos de una empresa de alquiler inglés, español, italiano y portugués para trabajar en Brasil. Andrés y su familia con gran tristeza de abandonar a sus familias y sus padres, pero con gran coraje y esperanza.

UN SALTO A LO DESCONOCIDO

Y así en 1911 en un gran barco, con otros muchos inmigrantes, llegan a Brasil.

El viaje fue muy largo y sufrido, muchas incomodidades.

Precaria y mala alimentación.

Además una gran tristeza: El Hijo de Andrés y Josefa, Francisco, cayó enfermo y murió durante el viaje.

Fue enterrado en el mar.

LLEGADA A BRASIL

En el puerto de Río de Janeiro la Compañía Inglesa, divide a los trabajadores en clases y los envió a los puestos de trabajo.

Andrés y su familia fueron a una ciudad en el estado de Minas Geraes.

En esta ciudad, de nombre Mariana, se construiría un ferrocarril.

En el lugar había un gran campamento donde vivían los trabajadores y sus familias.

Comienzo de la obra:

En este campamento había gran cantidad de gente. Todos recibían productos: alimentos, telas para hacer su ropa, remedios y lo que fuera necesario.

La compañía anunció a todo el mundo que daría efectivo, sólo cuando terminasen la carretera, descontando los gastos.

Josefa cosió tejidos en el almacén y ropa para toda la familia. Cosía todos a mano, no tenía maquinaria de costura para cualquier persona. Y hacía ropa para aquellos que no sabían coser.

A finales de 1913 principios 1914 se pone fin a los trabajos del ferrocarril de Mariana.

Cuando terminó el trabajo la Compañía Inglés ofreció en otros frentes trabajo manual. Andrés solicitó a la empresa y dijo que quieren regresar a España.

La empresa pagó lo que le debía en efectivo. Andrés recibió una pequeña caja llena de libras esterlinas. Andrés estaba fascinado, nunca había visto tanto dinero.

Andrés, al poco, está con la familia en la ciudad de Belo Horizonte. Compró ropa y zapatos a todos los de la familia que lo necesitaban y se embarcó para Río de Janeiro, ciudad portuaria para regresar a España.

Me imagino que Andrés todo el tiempo que estaba trabajando, había hecho caso omiso a las noticias, sin saber lo que ocurrió. Sólo cuando compra los billetes a España se supo que la Primera Guerra Mundial había estallado (1914 – 1918).

Estaban enfadados pues no salía ningún buque y Andrés y Josefa no se conformaban. Lloraba mucho, pero se quedan en Río de Janeiro durante algún tiempo, alimentando la esperanza imposible de regresar a sus padres. Los días fueron pasando, Andrés sin empleo, gastó el dinero que recibió.

Un día regresó a Belo Horizonte, en caso de que sea más fácil conseguir puestos de trabajo.

No se recibe ninguna noticia de la familia en España, ni siquiera después de la guerra.

Finalizado 1918, y nada más supo de la familia. En España estaban, los hermanos, los tíos, los primos de Andrés, Maria y las dos hijas, mi abuela, que eran también parientes.

BELO HORIZONTE

Andrés, al llegar a Belo Horizonte, consideró que no era fácil encontrar trabajo.

Era muy aficionado a los caballos de pareja. Trató de comprar caballos domarlos y venderlos. No estaba satisfecho. Un italiano que se reunió en el trabajo en Mariana, el llamado para trabajar en una casa de su pariente.

El grupo de trabajo con las plantaciones de hortalizas, el sector de las frutas criando aves, cerdos lo mismo que hacia en España

El dinero que recibió fue poco, pero había suficiente para la alimentación y la vivienda: Ya era un buen momento.

Durante este tiempo, han nacido tres hijas: Hida, Ana, Elena.

Los cuatro niños que vinieron de España estaban ya bien crecidos y ayudaron en las tareas.

NUEVO TRABAJO

Andrés con la familia vio que necesitaba más trabajo, por lo que buscó otro.

Aunque no ha estudiado era muy inteligente. Con un poco de práctica en construcción civil, era fácil de aprender. Con gran determinación y unos cuantos años después de trabajar fue maestro de obras.

José su hijo mayor ya era un adolescente. Andrés lo llevó a aprender el oficio, y también se hizo un albañil la primera en construcción. Sus hijas Maria Dolores, Juana y Maria da Luz estaban trabajando en una fábrica de toallas.

Josefa, que ya tenía otro hijo, Víctor, cuidaba de la casa y los cuatro hijos nacidos en Brasil.

Tragedia Y SUFRIMIENTO

En un día muy triste para ser recordado, Andrés estaba trabajando en una gran construcción.

Uno de los mayores: UNIVERSIDAD DE BELO HORIZONTE, cuando una viga de cemento y hierro se desprendió llegando a mi abuelo y la mayoría de los Fue un gran sufrimiento para toda la familia.

Esta construcción fue responsabilidad y pertenecía a la CURIA CATÓLICA metropolitana de Belo Horizonte. El Arzobispo era Antonio Sol Álvarez Cabral Dos Santos. ANTONIO SOL, viendo la difícil situación de mi abuela con cuatro hijos dependientes, la indemnizó con dos simples pequeñas casas de tres habitaciones cada una.

Así que mi abuela Josefa se enfrenta a este desafío. Se mudó con sus hijos a una de las casas, alquilando la otra para casi cualquier cosa, porque ese es el valor. Lavaba ropa. Y con gran valentía y voluntad superaba los obstáculos. Como las hijas Hilda y Ana Elena eran ya mocitas, mi abuela encontró trabajos para ellas en una industria de zapatos. Ganaban poco pero ayudaban. Los jóvenes también y pronto comenzaron a trabajar.

Después de algunos años las hijas de Josefa, Hilda y Ana Elena se habían casado.

Mi abuela, sola y con su hijo Víctor, que era un niño pequeño, decidió vender la propiedad. La abuela estaba ya muy cansada, y su salud bastante debilitada Luego, su hija Elena tuvo un hijo.

Y, por último, estaba viviendo en la casa de su hija, mi madre Dolores (Maria de los Dolores), hasta su muerte con 74 años.

Hoy, mi familia es pequeña: Mi Abuela, Mis Padres, Tíos nacidos en España, tíos nacidos en Brasil y algunos PRIMOS, todos han muerto.

Siento mucha nostalgia por todos.

Siento, realmente una gran alegría, por haber tenido tan fuertes raíces aunque se hayan enfrentado a tantas penurias.

El CARIÑO niet@s de todos e hija.

LOURDES

MI ALBUM FOTOGRÁFICO

Maria de los Dolores con 17 años

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Boda Lourdes y Jose de Almeida

Boda de mi sobrina Marcia